Las varices
Llega el calor y con él los problemas de varices, piernas cansadas, hinchazón de extremidades, etc.
Lamentablemente no es algo que se vaya a curar pero tampoco tenemos por qué estar sufriendo en silencio (sí, me estoy acordando de cierto anuncio sobre hemorroides 😆 , que para el que no lo sepa también son varices) habiendo recursos para disminuir los dichosos síntomas.
¿QUÉ SON?
Las varices o venas varicosas son venas hinchadas y retorcidas debido a una acumulación anormal de sangre, fácilmente visibles y que suelen aparecer en las piernas, aunque también pueden formarse en otros lugares, como las hemorroides en el recto.
La pérdida de elasticidad en las paredes de los vasos sanguíneos provoca un mal funcionamiento del retorno venoso, es decir, se hace más difícil el regreso de la sangre desde las diferentes partes del cuerpo al corazón. Ese problema se ve agravado en las piernas por culpa de la gravedad (la sangre tiene que subir desde las piernas hacia arriba).
Además del aspecto, también pueden causar picor, pesadez de piernas, hinchazón de pierna y tobillo, calambres, dolor y alteraciones en el color de la piel en la zona.
Es más frecuente en mujeres, personas que tienen que estar mucho tiempo de pie o sentadas, personas con sobrepeso, embarazadas, o aquellos que tienen familiares con varices, entre otros.
Las causas más habituales son la edad, los trastornos hormonales (tomar la píldora, embarazo, etc), vida sedentaria y falta de ejercicio físico, el tipo de trabajo desempeñado, el exceso de sal en la alimentación, el calor y el sobrepeso.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Tanto si tenemos problemas de varices como si no, debemos mejorar ciertos hábitos:
- Evitar el sobrepeso y alimentarnos de forma saludable.
- Beber agua, caldos, infusiones, etc.
- Evitar el alcohol en lo posible.
- Aumentar la ingesta de fibra y alimentos ricos en potasio, como frutas, verduras y legumbres. Todos aquellos alimentos con un color rojo, naranja o verde intenso también suelen presentar una cantidad importante de flavonoides, un compuesto muy bueno para mejorar la circulación. Especial atención a los frutos del bosque como fresas, cerezas, arándanos, moras, ciruelas rojas, etc.
- Disminuir el consumo de sodio para evitar la retención de líquidos (principalmente lo encontramos en la sal y, aunque es necesario para la vida, hoy día lo ingerimos en exceso porque se encuentra en muchísimos productos de la industria alimentaria como conservante o saborizante).
- Hacer ejercicio.
- Si trabajas sentado, da pequeños paseos cada cierto tiempo y si trabajas de pie puedes rotar el pie varias veces a la altura del tobillo. La idea es poner en movimiento los músculos de la pierna para que bombeen la sangre.
- Cuando lleguemos a casa, podemos dar a las piernas una ducha de agua fría de abajo hacia arriba y también poner las piernas en alto. Yo suelo aconsejar tumbarse en el suelo o la cama con la planta de los pies apoyados en la pared, bien altos, e incluso caminar con los pies por la pared hacia arriba y abajo, de forma que la sangre acumulada en las piernas baje por gravedad.
- Usar medias de compresión y geles fríos.
- Evitar las horas de más calor.
- Evitar la ropa muy ceñida y usar un calzado cómodo, ni muy bajo ni muy alto.